Conocer a fondo nuestro terreno y cada una de sus características es imprescindible no solo para saber qué cultivar, sino también para entender qué cuidados necesita: fertilizantes, cantidad de riego, correctores de carencias…
Desde Orang Growth vamos a hablarte de qué son los análisis de suelos agrícolas, qué beneficios nos aportan y cómo podemos aprovechar los resultados que obtengamos.
¿Qué es un análisis de tierra?
Este análisis consiste en tomar muestras representativas del terreno y analizarlas en un laboratorio. De él extraeremos las propiedades físicas (textura, estructura), químicas (pH, nutrientes) y biológicas (materia orgánica, microorganismos). Con este estudio podremos conocer de forma precisa:
- El nivel de nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes esenciales para las plantas.
- El pH del suelo, que indica si el terreno es ácido, neutro o alcalino.
- La estructura de partículas (arcilla, arena, limo), que afecta al drenaje y la aireación.
- La cantidad de materia orgánica, clave para la retención de agua y capacidad de intercambio catiónico.
Beneficios del análisis de suelos agrícolas
Estas son algunas ventajas que nos aportará hacer estas pruebas periódicas a nuestro suelo:
- Una fertilización precisa: sabremos qué nutrientes específicos necesita nuestro suelo, optimizando costes y evitando los excesos de usar soluciones con múltiples elementos.
- Mayor rendimiento de cultivos: las plantas estarán más sanas y se desarrollarán mejor si vigilamos el suelo y lo mantenemos equilibrado.
- Un menor impacto ambiental: reduciremos pérdidas por lixiviación y contaminación derivada de usar fertilizantes innecesarios.
- Diagnóstico anticipado: detectaremos ciertos problemas como salinidad excesiva o un desequilibrio del pH antes de que afecten al cultivo.
¿Cómo se realiza un buen análisis de suelo?
Vamos a ver los principales pasos que se siguen en los análisis de suelos agrícolas:
- Muestreo representativo: se recogen muestras de distintos puntos del terreno (a diferentes profundidades, entre 0-30 cm), y se agrupan en submuestras representativas.
- Proceso de las muestras: deben mezclarse, limpiarse de piedras o raíces, y enviarse a un laboratorio acreditado. Allí evaluarán parámetros clave como el pH, nutrientes, humedad, conductividad, materia orgánica…
- Interpretación técnica: un informe profesional nos indicará cómo interpretar los resultados: niveles ideales de N, P, K; necesidad de cal para corregir acidez; contenido óptimo de materia orgánica; y capacidad de intercambio catiónico (CEC).
- Plan de acción: queda el último paso, diseñar una estrategia con los datos en la mano: dosis de fertilización, ajustes de pH, mejora de textura o adición de enmiendas orgánicas. Esto permite un manejo más eficiente y sostenible del terreno.
¿Con qué frecuencia deben hacerse?
Lo ideal es que mantengas una periodicidad de 2 a 3 años siempre que tus cultivos sean estables. En explotaciones intensivas o con cambios frecuentes, puede ser conveniente analizar el suelo anualmente o por zonas según la variabilidad agronómica.
El análisis de suelos agrícolas es una inversión rentable que te aportará una información precisa y necesaria para mejorar tu suelo y tu estrategia. Los datos te dirán cómo debe ser tu estrategia, desde los fertilizantes que necesitas a posibles desequilibrios en pH o nutrientes. Si quieres cuidar tus suelos con componentes naturales, no te pierdas nuestra selección de productos aptos para agricultura ecológica.