Cultivar tomates es una experiencia muy gratificante para los amantes de la jardinería y la agricultura. Y no solo por su sabor, sino también por el proceso de ver cómo crecen y maduran.
Desde Orang Growth vamos a contarte cómo plantar tomates, con todo lo que necesitas saber para obtener un cultivo sano y productivo.
¿Cuándo plantar tomates? Elige el momento adecuado
Una de las dudas más frecuentes tiene que ver con cuándo plantar tomates. El clima cálido y soleado es fundamental para su crecimiento, así que nuestro consejo es que plantes en primavera (una vez las temperaturas mínimas nocturnas se estabilicen por encima de los 10ºC).
La siembra de tomates depende también de la temperatura local, de forma que en regiones cálidas puedes adelantarte y empezar en marzo o abril, mientras que en climas fríos debemos esperar a que pasen las heladas. Eso asegurará que las plantas puedan crecer sanas y producir frutos.
Recuerda que los tomates necesitan al menos 6-8 horas de sol directo al día. Si vives en una zona con mucho viento, puedes instalar una pequeña barrera para proteger las plantas.
Dependiendo de la variedad, los tomates estarán listos para cosechar entre 70 y 90 días después de la siembra, cuando tengan un color intenso y su piel esté firme pero suave al tacto.
Preparación del terreno
A la hora de plantar tomates, el terreno debe ser adecuado. Los tomates prefieren suelos ricos en materia orgánica, bien drenados y con acceso a luz solar. Si el terreno no es lo suficientemente fértil, puedes enriquecerlo con compost o abono orgánico.
En Orang Growth disponemos de Gluco Ca-Zn, un corrector de carencias que aportará calcio y zinc al suelo.
También te aconsejamos que busques un espacio ventilado y libre de malas hierbas. En caso de sembrar tomates en macetas, usa una mezcla de tierra ligera y bien aireada, y asegúrate de que las macetas tengan orificios de drenaje.
¿A qué distancia se plantan los tomates?
Es importante determinar a qué distancia se van a plantar los tomates, porque necesitan suficiente espacio para que no exista conflicto. Para que haya suficiente aire y luz, deberían estar separados por al menos 50 o 60 cm. Si tienes un huerto grande, coloca las plantas en filas separadas por 80 cm.
Si utilizas macetas, asegúrate de que al menos haya 40 cm de diámetro para permitir que las raíces se expandan adecuadamente.
Cuidados esenciales: riego, poda y fertilización
Una vez hemos plantado los tomates, el siguiente paso es asegurarnos de que estén bien cuidados para obtener una cosecha productiva.
- Riego: Los tomates necesitan un riego regular, pero evita mojar las hojas. Riega a nivel de la base de la planta, preferentemente por la mañana, para evitar la aparición de enfermedades fúngicas.
Aquí puedes leer nuestro artículo sobre las plagas y enfermedades del tomate y qué hacer al respecto.
- Poda: Servirá para eliminar los brotes laterales, también llamados “chupones”. Esto ayudará a que la planta se enfoque en su crecimiento principal y en la producción de frutos.
- Fertilización: Utiliza un fertilizante adecuado para tomates, rico en nutrientes esenciales como el potasio y el fósforo. Fertiliza una vez al mes para asegurar que las plantas crezcan fuertes y saludables.
Saber cómo plantar tomates de manera efectiva es necesario para conseguir una cosecha deliciosa. Recuerda que debes cuidar la cosecha, desde el riego hasta la poda, para que su calidad y cantidad sean ideales. Si vas a plantar tus propias tomateras, no olvides visitar nuestra selección de fertilizantes foliares para impulsar su desarrollo.