El cultivo de habas es uno de los más tradicionales en nuestra agricultura mediterránea, y aunque es una leguminosa resistente, hay distintas amenazas que pueden mermar su producción.
Desde Orang Growth te hablamos de las principales enfermedades de las habas, las plagas que las asolan y te damos algunos consejos sobre cómo actuar para remediarlo.
Principales enfermedades de las habas
Las enfermedades fúngicas son muy comunes en el cultivo de habas, sobre todo en condiciones de humedad alta, riego excesivo o mala ventilación. A continuación vamos a hablarte de las más frecuentes.
Mildiu en habas
El mildiu (causado por Peronospora viciae) es una de las infecciones más habituales y dañinas. Es común sobre todo en primavera, o en los períodos de lluvias prolongadas. Puedes detectarla por los siguientes síntomas:
- Síntomas: manchas amarillentas o verdosas en el haz de las hojas, que con el tiempo se cubren por el envés de un polvo gris violáceo. Las hojas terminan marchitándose y cayendo, lo que frena el crecimiento de la planta.
- Causas: provocada por el hongo Peronospora viciae, que se desarrolla con humedad alta y escasa ventilación.
- Tratamiento: elimina las hojas afectadas y mejora la aireación del cultivo. Evita mojar el follaje con el riego. Aplica fungicidas preventivos autorizados o productos a base de cobre y bioestimulantes fortalecedores del sistema vegetal.
Roya en habas
Otra de las enfermedades fúngicas más habituales, la roya en habas es típica de los ambientes húmedos y templados.
- Síntomas: Se observan pústulas anaranjadas o marrones en el envés de las hojas, que con el tiempo se oscurecen y liberan esporas. Las hojas acaban secándose y se reduce la capacidad fotosintética.
- Causas: Provocada por el hongo Uromyces viciae-fabae, que prolifera en zonas con exceso de humedad y con una gran densidad de plantas.
- Tratamiento: Retira los restos vegetales después de la cosecha y evita el riego por aspersión. Puedes aplicar correctores de silicio y potasio para reforzar los tejidos y disminuir la propagación.
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Antracnosis o mancha de chocolate (Botrytis fabae)
Es una de las enfermedades de las habas más graves que hay, propia de cultivos húmedos o en zonas con lluvias frecuentes.
- Síntomas: Aparecen manchas redondeadas marrones o gris oscuro en hojas y tallos, similares a quemaduras. En ataques severos, las hojas se necrosan y caen, afectando la floración y el rendimiento.
- Causas: Causada por el hongo Botrytis fabae, que sobrevive en restos de cultivo y se propaga por el viento o salpicaduras de agua.
- Tratamiento: Evita el exceso de humedad y favorece la ventilación. Los fungicidas específicos o extractos naturales antifúngicos pueden ser muy útiles. Retira los restos infectados y realiza rotaciones de cultivo.
Plagas de las habas más comunes
Además de las enfermedades, las plagas de las habas son muy habituales y dañan enormemente nuestro cultivos. Vamos a hablarte de las peores:
- Pulgón negro (Aphis fabae): Succiona la savia de brotes y hojas, debilitando la planta y transmitiendo virosis.
- Trips: Provocan decoloraciones y daños en flores y vainas.
- Gorgojo del haba: Deposita los huevos dentro de las vainas, afectando la semilla.
Tratamiento: Usa trampas cromáticas, insecticidas biológicos o aceites vegetales, y mantén una buena rotación de cultivos para que el suelo esté aireado.
Prevención general
Para terminar queremos darte unos últimos consejos para que evites que tus cultivos sean atacados por plagas y enfermedades:
- Evita el exceso de humedad y riego.
- Fomenta la ventilación entre plantas.
- Usa semillas certificadas y sanas.
- Refuerza la nutrición con correctores de potasio, calcio y silicio, que aumentan la resistencia natural de la planta.
- Realiza tratamientos preventivos en las fases más sensibles (inicio de floración y formación de vainas).
Las enfermedades de las habas se pueden controlar con eficacia siempre que practiquemos las medidas preventivas, rotación de cultivos y apliquemos una nutrición equilibrada a las plantas. Visita nuestra selección de activadores de defensas para reforzar los mecanismos internos de tus cultivos contra bacterias, virus y hongos.
